Ripple es un criptoactivo que se encuentra entre los más prometedores del momento. En comparación con la principal moneda digital, Bitcoin, Ripple tiene algunas ventajas, la más importante es la velocidad de las transacciones. En este artículo, descubrirás más sobre esta moneda digital.
En 2018, Ripple fue la segunda criptodivisa más popular después de Bitcoin. Esta criptomoneda sigue aumentando su valor y atrayendo el interés de varios inversores y apostadores. Ya a principios de 2021, esta moneda virtual está explotando y está valorada en 10.000 millones de dólares. Ripple está en boca de todos y para algunos inversores es una alternativa creíble a Bitcoin.
De hecho, es la empresa que se ocupa de las transacciones de XRP que responde al nombre de Ripple. En el lenguaje común, la criptomoneda también se llama Ripple. La empresa Ripple Pay tenía la ambición de ofrecer la posibilidad de crear monedas locales según las comunidades. Así que la idea original no era ofrecer una criptomoneda. La creación del bitcoin y sus primeros éxitos llevaron más tarde al nacimiento de Ripple Labs, una empresa que posteriormente emitió una criptodivisa similar al bitcoin y que promueve las transferencias internacionales de dinero.
Una de las principales diferencias entre Ripple y Bitcoin es que éste último utiliza una tecnología de cadena de bloques pública, mientras que Ripple opera en una cadena de bloques corporativa y cuenta con la participación de varios bancos e instituciones financieras. El principio de funcionamiento de esta cadena de bloques es comparable a la "hawala", muy conocida en el mundo bancario árabe. Usted realiza sus transacciones a través de una pasarela Ripple preferida. Por tanto, es la empresa que tiene casi todos los nodos de validación. En cambio, la emisión de Bitcoin la realiza una red descentralizada.
Ripple es una criptomoneda que se caracteriza por su velocidad de transacción relativamente alta. Esta velocidad se estima en unas 1500 transacciones por segundo. Esto la sitúa por delante de Bitcoin, que tiene una velocidad de transacción relativamente menor y unas tasas de transacción más altas. Apostar en Ripple supondría, por tanto, una gran revolución en el ámbito de las apuestas deportivas en sitios extranjeros, ya que una transacción de dinero virtual de un país a otro puede tardar hasta dos días.
Si utiliza Bitcoin para sus transacciones internacionales, tiene que esperar una media de diez minutos para su procesamiento. En cambio, sus transacciones en XRP se confirman en 3 segundos. Otra ventaja de Ripple es que cuenta con varios socios bancarios en su haber. Cuantos más socios bancarios haya, mejor para los mercados. Además, la empresa mantiene una gran proporción de tokens Ripple, que actualmente parecen ser mucho más asequibles que el bitcoin. De los 100.000 millones de fichas existentes, sólo 45 están en circulación.
El hecho de que los nodos de validación de las transacciones de Ripple sean propiedad de la propia empresa podría, no obstante, ser visto como una debilidad por algunos economistas, ya que también supondría un nivel de riesgo más elevado para el apostante que en el caso del bitcoin.